COMO ACTUAR ANTE LA IDEACION SUICIDA DE UN HIJO ADOLESCENTE

En la entrega anterior vimos cómo detectar la ideación suicida, qué señales teníamos para poder identificarla. Ahora vamos a intentar esbozar cómo deberíamos actuar los padres ante esta situación.

Si descubrís ideación suicida en vuestros hijos, u os la verbalizan, escuchadlos sin quitar importancia y sin enfadarse, ya que ni son “cosas de adolescentes que ya se le pasarán” ni es un desafío, es una petición de ayuda lo que nos está haciendo.

Dejad que se expresen libremente, que cuenten cómo se sienten, teniendo presente que lo que necesitan de nosotros es una respuesta empática y comprensiva, por lo tanto nada de minimizar la situación ni de enfrentarnos, lo que toca es acompañarlos, cogerles, abrazarles… tenemos que transmitirles apoyo y seguridad.

Es importante que evitemos momentos de conflictos familiares; dado que necesitan seguridad, tranquilidad, estabilidad… elementos de los que carecen, el ambiente que les rodee debe tratar de transmitirlos al máximo, evitando discusiones familiares y conflictos que vendrían a reforzarle la idea negativa que tienen del mundo y del futuro.

Tenemos que tratar de hablar con nuestros hijos para localizar las causas de esa ideación, haciéndoles ver que les entendemos, que entendemos cómo se sienten, y que estamos ahí para ayudarles; debemos hablar con ellos prestando atención, sin caer en interrogatorios por nuestra ansiedad. Se trata de encontrar, con tiempo, el motivo de esa ideación suicida, ya que detrás de ella se esconde otro problema que requiere solución y al que nuestros hijos no se la ven.

Podemos también animarlos a pedir ayuda y transmitirles que esta situación es temporal, que pasará y se encontrarán mejor.

Es común que el adolescente piense que lo que le sucede solo les ocurre a ellos, que nadie más pasa por lo mismo, y que por tanto nadie va a entenderlos, con lo que se aíslan. Podemos transmitirles entonces que hablar de los problemas es bueno, que alivia, que ayuda a encontrar soluciones. En el caso de que conozcamos a alguien que haya pasado por una situación similar y la haya superado, podría ser útil que hablasen, para que vea que hay salida.

Si pasan mucho tiempo en redes sociales debemos tratar que reduzcan el tiempo en las mismas, ofreciendo alternativas (música, deporte, cine, paseos…) más que prohibiéndolas, que podría resultar contraproducente. Las redes sociales fomentan el aislamiento social en estos casos y además pueden ofrecer información perjudicial para su problema, agravándolo.

Si la ideación suicida está claramente presente, hay que tratar que no se queden solos, siendo conveniente que estén siempre acompañados. También debemos retirar medios lesivos de su alcance, tales como medicamentos, objetos punzantes, cinturones…

Finalmente, si vuestros hijos no desean solicitar ayuda ni acudir a un psicólogo, podéis hacerlo vosotros e intentar trabajar en colaboración con el terapeuta.

Imagen cedida por: Kindel Media a través de Pexels