terapia de pareja

MI FAMILIA Y MI PAREJA NO ACABAN DE LLEVARSE BIEN

terapia de pareja

Las presentaciones familiares suelen ser un momento importante, pero a veces surgen dificultades, pues hay ocasiones en que nuestra pareja no se siente a gusto con nuestra familia. ¿A qué puede deberse y cómo podemos intentar solucionarlo?

Algunas de las razones más habituales para ello son las tres siguientes:

1 Puede ser que a tu familia no le guste tu pareja, que muestre un cierto rechazo, y entonces tu pareja reacciona respondiendo a dicho rechazo. Se crea así un clima distante entre ambas partes, con una reticencia por parte de tu pareja a acudir a reuniones familiares. En ocasiones la familia puede justificarse diciendo que tu pareja no es suficiente para ti.

2. Un segundo motivo puede ser que tengan pocos puntos en común, con lo que surge un cierto aburrimiento y no apetece ir. Por ejemplo, que un lado sea muy de ver deportes y al otro lado le aburran.

3. Una tercera causa suele ser que tu pareja siente que tu familia está muy presente, que se entromete demasiado en vuestra vida, o que incluso las decisiones importantes a tomar se consultan más con la familia de origen que en pareja.

Puede haber otros motivos, pero éstas son las principales causas que observamos en terapia. Con las cusas identificadas, las soluciones a tratar de implementar parecen bastante obvias, ¿verdad?

 

  1. Habla con tu familia

Hazles saber cómo estás viviendo esta situación y el malestar que te produce, pídeles un cambio, porque tienes derecho a pedir a tu familia que sea educada y respete a tu pareja. Cuidado, porque la situación sería diferente si tu pareja fuese problemática por algún motivo, ya sea consumo de sustancias o porque se trate de una persona problemática, aquí habría que hacer un abordaje diferente.

  1. Organiza alguna actividad conjunta con ambas partes

Se trata de buscar algo que nos guste a todos y permita estrechar vínculos: cocinar, salir a comer, a pasear, juegos de mesa…

  1. Habla con tu pareja

Porque en este punto tiene razón, vuestras decisiones las tomáis vosotros dos, las decidís conjuntamente, y los demás no tienen que modular vuestras decisiones. Distinto es el caso en que alguno de los progenitores necesite de cierta atención o cuidados, que por supuesto deben tratar de brindarse.

Sin embargo, intentar arreglar estas situaciones no siempre es fácil, a veces pueden enquistarse y ser difíciles de resolver. Una terapia puede ayudaros a despejar la carga emocional de estos momentos y a ver las cosas con mayor claridad para intentar llegar a acuerdos.

Fotos de Vera Arsic a través de Pexels.