PERSONAS TRACIONERAS

Sois bastantes los que me comentáis acerca de “malas personas”, amistades o compañeros de trabajo en quienes confiasteis pero por quienes al final os sentisteis utilizados, pues se aprovecharon o incluso fueron a dañaros en algunos aspectos. No hay que confiar de entrada en las buenas intenciones de nadie, las relaciones son un proceso y como tal se construyen paso a paso.

Este tipo de personas llegan con apariencia de ser amables, de tener buenas intenciones, de ser sociables… te deslumbran y te atrapan, como si tuviesen un cierto magnetismo, y a la que te das cuenta estás implicado en sus problemas, en sus líos, te absorben tiempo, energía y dañan tu autoestima.

Lo mejor es aprender a detectarlas para no caer en sus redes y manipulaciones. Aquí tienes unas cuentas constantes que suelen darse en su discurso.

En primer lugar, son personas que alaban tu inteligencia, pero están sacando información de ti y robándote ideas mientras, te hacen sentir bien para obtener lo que quieren. Se ve sobre todo en compañeros de trabajo, donde tú has tenido la idea, pero ellos se apropian del mérito y se cuelgan la medalla.

En segundo lugar, desconfía si se abren emocionalmente demasiado rápido. Este tipo de personas tienen prisa, quieren ganarse tu confianza cuanto antes. Así que no tardan en mostrar sus cartas, en contarnos sus problemas y exponernos sus necesidades, incluso pueden seducirnos diciendo que notan que somos de fiar y que pueden abrirse con nosotros. Y nosotros, ingenuos, nos lo tragamos todo, damos veracidad a todo lo que cuentan, que suele ser muy intenso emocionalmente, y no nos paramos a pensar que no todo lo que nos cuenten tiene que ser cierto. El que se abran tan rápido nos hace pensar que podemos confiar en ellos, y cuando nos abrimos nosotros, ya nos tienen cogidos.

Otra tercera característica es que muestran pequeñas reacciones de agresividad, de golpe, imprevistas, sin venir a cuento, y descargan esta rabia sin más. Te seducen con amabilidad y confianza, pero se rebotan por cualquier nimiedad (no haber respondido un mensaje, no haber hecho lo que ellos esperaban que hiciéramos…) y sus enfados son como pataletas infantiles, te montan el pollo, dejan de hablarte durante un par de días, y luego reaparecen como si nada, con la misma amabilidad y sonrisa de siempre.

En cuarto lugar, fíjate que estas personas tratan mal a los demás. Tú las ves amables y cercanos, pero hablan mal de casi todo el mundo, usan tonos de burla, despectivos, desvalorizantes o irónicos, ponen motes, sacan defectos… Cuando tú no estás presente, da por hecho que también va a hacer lo mismo contigo. Desconfía de una persona tan buena y amable que no deja de hablar mal de otros.

Por último, presta atención, pon el oído, y pregunta mucho para entender el chisme que te está contando. Observarás que hay contradicciones, mentiras, equívocos

Aparte de estas características de las personas traicioneras, fíate también de tu instinto, por mucho que te seduzcan de entrada también suele haber algo que no te cuadra, como que no entiendes. Tu instinto de supervivencia intenta decirte algo.

Foto de Andrea Piacquadio en Pexels