Existe una gran variedad de fobias simples o específicas, desde el miedo a los espacios cerrados, a algún animal, a conducir…. Se trata de un temor irracional ante un determinado objeto o situación. La emetofobia pertenece a este grupo y se caracteriza por un miedo intenso e irracional relacionado con el vomito.
Así puede haber miedo al acto de vomitar, a la sensación de tener náuseas, al hecho de vomitar en público o de ver a alguien vomitando. Curiosamente, las personas con emetofobia apenas vomitan, algunas incluso no lo hacen en toda su vida, lo que pone de manifiesto el carácter irracional de este temor.
Este temor hace que eviten situaciones como ir a centros de salud, cuidar a enfermos, evitan determinados alimentos o comer fuera de casa. Suelen ser personas ansiosas, con alta sensibilidad al asco.
El tratamiento de la emetofobia es similar al de cualquier otra fobia simple o específica, si bien hay que tener en cuenta otras variables. Por ejemplo se observa que quienes la sufren suelen presentar dificultades para expresar enfado o suelen sentirse vulnerables por la sensación de pérdida de control del propio cuerpo.
Si sufres de algún tipo de fobia que limita tu día a día, no dudes en acudir a una terapia para tratar de mejorar.
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