EL LADO POSITIVO DE LA VERGÜENZA

Todos nos hemos puesto rojos en alguna ocasión. Nos ponemos colorados, bajamos la vista, nos giramos, nos tocamos la cara… presos de la vergüenza que sentimos en ese momento. Pero ¿sabías que esta vergüenza tiene un valor o propósito evolutivo?

Estos signos de enrojecimiento, el «ponerse colorado», son una señal que podría ayudarnos a detectar si alguien quiere establecer lazos duraderos con nosotros. Al fin y al cabo uno se pone rojo cuando evalúa que sus acciones, pensamientos o sentimientos no son acordes a los estándares sociales. 

De este modo, hay experimentos que han demostrado que las personas que muestran mayores signos de vergüenza, son también las que probablemente resulten más amables y buenas personas, más pro-sociales, es decir,  personas que intentan pertenecer y encajar en el grupo, que desean ser parte de nosotros y que no tienen intención de actuar en contra del grupo. 

Resulta entonces que el propósito evolutivo de esta vergüenza sería el ayudarnos a identificar a aquellos individuos que es más probable que cooperen con nosotros. La próxima vez que veas que alguien se pone rojo, no corras a juzgarle, ni a sentirte superior, ni a darle lecciones, porque puede que en esa persona tengas un buen aliado. 

 

Imagen cedida por cortesía de www.freepik.com