ACOSO LABORAL (MOBBING)

El acoso laboral o mobbing supone unos altos índices de estrés laboral. Se trata de una situación de acoso en el trabajo que afecta tanto a la productividad en el puesto laboral como a la esfera personal, aumentando los niveles de ansiedad y disminuyendo el estado de ánimo y la autoestima.

Suele empezar de un modo poco perceptible (malos modos, faltas de respeto o desconsideraciones al hablarte…), crece progresivamente en intensidad, y puede llegar a desembocar en el Síndrome del Burn Out o incluso en un Trastorno de Estrés Postraumático. 

El tipo más frecuente es de superiores a subordinados, aunque también se da entre iguales, entre compañeros de trabajo. Los mandos intermedios son también susceptibles de sufrirlo por parte de sus subordinados. 

La actitud de la empresa ante el mobbing juega un papel clave para erradicarlo o permitir que continúe. Una actitud donde se minimice el problema, se lo niegue, o normalice, se hable de inmadurez por parte de los agresores o de susceptibilidad en la víctima, o incluso se justifique el acoso, es diametralmente opuesta a una actitud donde la empresa acepta la situación, ofrece ayuda, apoyo, facilita la protección del trabajador acosado y sanciona a los acosadores. 

Las personas con mayores valores éticos y sentimiento de justicia, con más iniciativa, inteligencia, válidos, con tendencia al aislamiento o a la soledad y con baja autoestima, son el perfil más proclive a vivir esta situación de acoso laboral. También trabajadores mayores de 50 años o mujeres embarazadas. 

Las consecuencias pasan por ansiedad, depresión, impotencia, rabia, baja autoestima, malestar, desesperación, irascibilidad, síntomas psicosomáticos, aislamiento y soledad, deterioro de las relaciones familiares y sociales e incluso la caída en adicciones. 

Los pasos para luchar contra esta situación son básicamente cuatro: 

1- Reunir pruebas

Es la parte más complicada, pero la más esencial. Reúne información que tengas en tus mails, mensajes… acerca de cómo se dan las comunicaciones, cambios sin avisar, ceses, encargos de tareas, órdenes, cambios de puesto… Recopila también tus partes de baja, informes y resultados de pruebas médicas o psicológicas. Puede serte útil también el recurrir a grabaciones de vídeo y audio o declaraciones de testigos. También puedes llevar un diario acerca de tu día a día, no tanto como prueba, sino para recordar situaciones a la hora de testificar.

2- Da a conocer la situación de mobbing en la empresa. Para ello puedes denunciar la situación tanto ante el responsable de tu empresa en estos casos (directiva, RRHH,…) como ante Organizaciones Sindicales e Inspección de Trabajo. Lamentablemente, quedarse solo en la empresa no suele funcionar en estos casos. 

3- Busca apoyo psicológico para el acoso laboral. Es importante que trabajes tu autoestima, ansiedad y que tomes medidas para prevenir que el daño vaya a mayores.

4- Judicializa el mobbing. Si después de las denuncias presentadas en el punto dos, la situación se mantiene,  entra en el terreno judicial.