La depresión es una de las enfermedades mentales más duras por las que podemos atravesar. No afecta solo a la persona que la sufre, sino también a sus familiares, ya que vemos que nuestro ser querido esta triste, no disfruta de las actividades que siempre le han encantado, está cansado, susceptible, irritable…
Esto hace que los familiares nos podamos sentir desvalorizados, utilizados, y suframos un desgaste, cansancio y también enfados.
Algunas de las cosas que podemos hacer para sobrellevar esta situación, son:
Entender que la persona que sufre depresión está enferma, así que debes ser fuerte y entender que esos mensajes no son su opinión, está hablando la enfermedad que sufre, no nuestro familiar; por lo tanto, trata de no personalizarlos. Tienes que dejar pasar mucho, dar menos importancia a esos comentarios donde no reconoces a tu ser querido.
Necesitamos un espacio para nosotros mismos, no podemos estar todo el día siendo el acompañante de nuestro familiar, por mucho que le queramos eso no es bueno para ninguno de los implicados. Así que resérvate una o dos actividades a la semana para desconectar y disfrutarlas. Tendrás más energía para tratar de ayudarle luego.
Muestra empatía, trata de no interrumpir cuando te cuente lo mal que se siente, deja que se exprese, aunque no compartas su punto de vista. Tras escucharle, cuando acabe, muestra que le has entendido, no desautorices lo que haya dicho, no es un debate, se está expresando. Luego, para desconectar, ofrece una alternativa: un paseo, un abrazo… Necesitan sentir apoyo, no que están pasando por esa situación solos. Evita por lo tanto quejas del tipo “siempre estás igual, otra vez lo mismo.”
Cuando le veas abatido, triste… no le prestes mucha atención, espera a que se le pase; la única excepción sería cuando te cuente como se siente, como hemos visto en el párrafo anterior. Sin embargo, cuando veas cualquier pequeño avance, que un día haya podido salir a dar un pequeño paseo, a por el pan… cualquier cosa, refuérzaselo, aunque le haya costado, aunque lo haya hecho rápido, hazle algún comentario positivo al respecto.
Recuerda que tú no eres la persona responsable de su recuperación, así que no te culpes.
Motiva a que tome alguna responsabilidad en la casa (ir a por el pan, sacar la basura, poner la mesa…), pero recuerda que motivar es motivar, no es forzar a ello ni discutir porque no se haya hecho. No te enfades si no puede hacerlo, tú solo debes motivarle, nada más.
Por último, no pases por alto sus comentarios referentes a ideación suicida; busca ayuda profesional y ponlo en conocimiento de su médico de cabecera y psicólogo.
Foto cedida por: Foto de Nathan Cowley: https://www.pexels.com/es-es/foto/hombre-en-camisa-de-vestir-a-cuadros-azul-y-marron-tocando-su-cabello-897817/