En bastantes ocasiones me explicáis sobre vuestras relaciones intermitentes, relaciones on-and-off, ahora estamos, ahora lo dejamos, ahora volvemos, ahora volvemos a dejarlo… en una secuencia repetitiva que se prolonga durante demasiado tiempo. Cada pareja es un mundo y no siempre se debe a los mismos factores, pero muchas veces lo que hay detrás de este tipo de relaciones es la inmadurez de uno de los miembros, sino de ambos.
Nada resulta más adictivo que una relación de pareja intermitente, crea un enganche muy fuerte, pero malsano. Y el único responsable de esta situación es quien lo permite. Es también una relación que te absorbe y no te deja crecer en otras áreas: personal, profesional…
Este tipo de relación suele repetir un patrón que es el siguiente: cuando estamos bien, estamos muy bien, todo es maravilloso, pero poco a poco aparecen los nubarrones grises en el cielo. Suelen venir cuando ya estamos pasando muchos días juntos, lo que va a desembocar en alguna discusión tonta pero fuerte que hará que nos alejemos de nuevo; o suele ocurrir cuando el miembro más sano de la pareja tiene un problema importante, de salud, laboral… y necesita del apoyo del otro miembro, y entonces llega la crisis. Este otro miembro tiene miedo de la relación, de comprometerse, por eso se aleja cuando se ve muy implicado: tener que cuidarte, apoyarte, después de pasar un tiempo prolongado juntos… Tras tomar esta distancia se siente bien de nuevo, te echa de menos, vuelve a buscarte…
Tú, ingenuamente, piensas que “ahora sí”, “ahora sí que me valora”, “se ha dado cuenta”… pero la realidad te demuestra que no. El ciclo vuelve a repetirse y tras una temporada bien, viene un nuevo alejamiento.
Si ésta es tu situación, te recomendaría que dejaras de mantenerla, que la cortaras. No te quiere, simplemente le vienes bien en algunos momentos, se ha acostumbrado a ti, pero no va a ir a más, teme comprometerse, y ese miedo es mayor que sus sentimientos hacia tu persona. Cuanto más se intensifica el vínculo más miedo tiene, por eso se aleja repetidamente.
Así que te toca a ti valorarte, decidir si quieres una relación de este tipo o si para ti una relación es otra cosa. Y si es así, corta, date un tiempo y llegará alguien que no tema comprometerse.
Además, este tipo de relaciones tiene características en común con las relaciones de pareja tóxicas, sobre todo un exceso de discusiones, faltas de respeto, poco cuidado de la pareja y escaso reconocimiento de la misma, entre otros.
Imagen cedida por: Foto de Artem Beliaikin en Pexels