¿TE CUESTA DORMIR BIEN EN VERANO?

Las dificultades para dormir en verano son típicas de esta época del año y se deben a las altas temperaturas y a un mayor número de horas de luz. 

Para dormir bien necesitamos segregar una cantidad adecuada de una hormona, la melatonina, que comunica al cerebro la necesidad de sueño. Es una hormona que se segregra sobre todo con poca luz y bajas temperaturas, por lo que en verano segregamos menos cantidad de ella y esto hace que podamos no tener sensación de sueño. Desafortunadamente esto no elimina la sensación de cansancio al día siguiente. 

La mayor claridad de los meses de verano y las altas temperaturas contribuyen a que segregemos menos melatonina, y por lo tanto dormimos peor, el sueño es menos reparador y más fragmentado. Como además aplazamos las salidas a las horas de menos luz, para evitar el calor, añadimos también un cambio de rutinas que de cara al sueño es otro problema añadido, ya que se retrasa la hora de acostarse. 

Algunas de las cosas que podemos intentar para dormir mejor son: 

  • Evitar bebidas alcohólicas y excitantes, buscando otras alternativas
  • Ventilar y mantener fresco y con poca luz el dormitorio, ya que con una temperatura algo más baja y menos luz segregaremos más melatonina
  • Evitar la siesta o hacerla muy breve, en torno a 20-30 minutos
  • Cenar ligero e incluir alimentos que nos ayuden a segregar melatonina, como cerezas, nueces, plátanos o manzanas
  • Intentar tener una rutina de sueño, acostándonos y levantándonos a la misma hora, aunque estas horas sean diferentes de las que tenemos durante el resto del año

Si tienes dificultades para dormir y te sientes ansioso por ello, un psicólogo puede orientarte e informarte sobre unos hábitos correctos para dormir mejor.