La forma en que te mira, el sentirte juzgado/a por su parte, comentarios ofensivos o de ridiculización ante otras personas, leves, disfrazados de broma, aderezados con un “pero no te lo tomes así”… O incluso acabar viéndote arrastrado/a por sus problemas, en los que trata de involucrarte, haciéndote sentir mal amigo/a si no lo haces.
Las amistades tóxicas pueden afectar a tu autoestima, estado de ánimo y niveles de ansiedad.
Una persona es tóxica si:
- Te ves aislado de los demás, porque vuestra relación es muy especial, exclusiva y absorbente. Incluso se enfada si le dedicas tiempo a otras personas, ya que lo vive como una traición y te hace sentir culpable.
- Sin embargo, también te sientes mal cuando estás con esa persona. Por comentarios, “que ingenuo/a eres”, “no te enteras”, “tú no sabes”. También por juicios negativos a tu persona, vestimenta, otras relaciones…. Es habitual que señale tus inseguridades, te recuerde tus errores…
- Solo se habla de lo que a esta amistad le importa, lo que es importante para ti resulta irrelevante e indiferente para estas personas, cambiando rápidamente de tema para volver al de su interés, aprovechando lo que has contado de ti para volver a hablar de él/ella, o comportándose fría y distante ante lo que le cuentas, no les interesa. Solo están cuando te necesitan, no hay reciprocidad.
- Al final acabas por no expresar tu opinión, aceptando la suya, haciendo cosas que no van contigo… y mientras esta persona se crece, porque tenía razón, lo que decía era lo que de verdad importaba, tú mismo/a se lo demuestras con esta actitud.
- Además, suelen colocarse como si ellos/as fuesen las víctimas y los demás estuviésemos solo para apoyarles, p.ej. no dejan de recordar continuamente lo que otra persona les dijo o hizo, o lo mucho que se han esforzado en algo.
¿Qué hacer si detectas que estás ante un amigo con este tipo de actitudes?
Por lo general, las señales de que estamos ante una amistad dañina no son demasiado evidentes al principio, sino que van en aumento a medida que se fortalece el vínculo. Pero una vez lo detectas, entre las estrategias para modificar la situación, se encuentran:
- Comunicación asertiva (p.ej: “me parece estupendo que quieras ir al bar de siempre a ver si está fulanito, pero hoy, a mí, no me apetece, prefiero ir a otro sitio, ya nos vemos otro día”)
- Capacidad de poner límites (p.ej. “no voy a hacer esto que me estás pidiendo, si tienes un problema con esa persona busca tú como arreglarlo y dar la cara, no me uses de intermediario”)
- Si esto no funciona y sigue tensando la relación, aumentando sus conductas tóxicas, toca replantearte si esta amistad te conviene. Haz balance, ¿qué te aporta? Puede que te haga bien sacar a esta persona de tu vida.
- Llegados a este punto, si tomas la decisión de cortar con esta relación, habla de forma clara y firme. Puede ayudarte tener un guion de lo que quieres decir, tener claros tus motivos. Piensa que esta persona va a negarlo todo, va a negar su victimismo, su manipulación, y esta negación va a ser parte de su manipulación, va a buscar dejarte en evidencia o hacerte dudar. Así que cíñete a tu guion y no des ejemplos ni justificaciones, aunque te los pida, o caerás en su trampa. (P.ej. “cuando estamos juntos no puedo ser yo mismo/a, solo importas tú y tu monotema, me anulas y no me apetece seguir así”).
- De no poder hacerlo así, (por seguridad, por evitar un conflicto mayor, porque no te veas preparado…) simplemente actúa: toma distancia física y emocional de esta persona y mantente firme en tu decisión. Haz tus planes y tu vida aparte de la suya.
- También es importante eliminar a esta persona de las redes sociales; si has decidido que no quieres que forme parte de tu vida, cuanta menos información tenga de la misma mejor.
- Una vez lo consigas y te mantengas firme en tu decisión, toca buscar formas de llenar ese vacío, con actividades que disfrutes, con amistades que te aporten más, y con tiempo personal para ti.
Puede que te cueste alejarte por diferentes motivos, por tener una autoestima baja, por haber normalizado la situación, por pertenecer al mismo grupo, por culpabilidad… Pero comprobarás como tu vida mejora si sacas de ella a este tipo de personas. Y si te cuesta, un psicólogo puede ayudarte a trazar un plan de acción adecuado o a reforzar tu autoestima.
Recuerda que el “yoísmo” es muy de amigo tóxico y que el amigo tóxico siempre va a jugar con tu culpa.