Muchos vais a empezar la universidad ahora, y para algunos de vosotros, la nostalgia va a ser uno de los principales problemas a afrontar en los primeros años de carrera, cuando uno sale de su hogar, de esa zona de confort donde se sentía protegido, y se lanza a otra ciudad para proseguir sus estudios.
Aunque en mayor o en menor medida todos podemos sentir esa nostalgia en esas situaciones, hay personas que la van a acusar más que otras. Se da sobre todo esta nostalgia patológica en jóvenes dependientes de su familia, acostumbrados a que les gestionen diferentes temas: papeleos y trámites, comidas y tareas domésticas, pequeñas compras… con lo que tras esta dificultad suele verse un problema para ser independiente.
Podemos entender que esta nostalgia se volvería difícil de manejar cuando tiene las siguientes características, lo que serían los síntomas de la nostalgia:
- patrón de sueño perturbado
- sentirse enojado, con náuseas, nervioso o triste
- sentirse aislado, solo o retraído
- sentirse abrumado, inseguro, ansioso o con pánico
- sentimientos de baja autoestima
- dolores de cabeza
- falta de apetito o concentración
Antes de llegar a esta situación, ya deberías haber notado que algo no iba bien, porque esos síntomas de una nostalgia patológica no aparecen de golpe, se van desarrollando poco a poco. Así que antes de que vayan a más, aquí hay unas orientaciones para poder hacerles frente:
- No hay nada de lo que avergonzarse, uno siente nostalgia de las cosas que quiere, que ama, que echa de menos y que quiere conservar y tener cerca, por lo tanto, sentir nostalgia no es algo malo, es un valor a tener en cuenta; lo malo es no manejar bien esa nostalgia, que nos haga sentir mal sin dejarnos avanzar.
- Comparte esos sentimientos con tus amistades. Selecciona bien a qué amigos se lo cuentas, y decide cómo quieres contarlo, p.ej. explicando que a veces echas de menos poder hablar con tus padres, comidas familiares, visitar a los abuelos… Ábrete a expresar estas emociones con normalidad, sin hacer un drama, permitiéndote el desahogo emocional. Probablemente, tus amistades estén en el mismo barco.
- Lleva contigo algún objeto que te haga sentirte cerca de tu familia, una foto familiar, un adorno… este artículo vendrá a ser como un objeto de confort que proporcionará un cierto alivio o consuelo psicológico
- En la misma línea que la idea anterior entra el traerte a tu piso de estudiantes o residencia comida de tu casa, de tu familia, de tu zona geográfica, algo que también ayuda a sentirte cerca. Sería como tu comida de confort.
- Haz tuya la habitación donde vayas a pasar el curso universitario, personalízala decorándola a tu estilo, a tu manera, de modo que te resulte agradable: luces, posters, plantas… que si tus padres vieran tu habitación pudieran pensar que es “muy tuya”, que puedan saber que es la habitación de su hijo/a.
- Socializa, ábrete a conocer gente, a realizar nuevas actividades, a explorar la nueva ciudad. Vas a estar ahí un tiempo, así que descubre y ten una red social nueva en la que poder apoyarte.
- Mantén el contacto con tu familia y amigos de siempre, comunicándote con ellos, por teléfono, wasap, carta… y aprovechando para verlos y estar con ellos los fines de semana que vuelvas a casa. No pienses que la nostalgia desaparece si dejas de comunicarte con tu familia y amigos, al contrario, se va a hacer más fuerte.
Y como orientaciones más generales, debes evitar:
- reprimir tus sentimientos
- encerrarte en tu habitación
- rechazar oportunidades para conocer gente nueva (las conferencias y distintos actos universitarios son también una buena ocasión de socializar)
- beber alcohol más de lo normal o convertirlo todo en una fiesta para tapar el dolor
Si se te hace difícil y necesitas ayuda, háblalo con tu familia y buscad apoyo psicológico.
Foto de Anastasiya Gepp a través de Pexels.